El hombre ferviente y diligente está listo para todo. Es un trabajo más duro resistir nuestros vicios y pasiones que trabajar en trabajos corporales. Índice de contenidos Te pedimos que nos concedas nuevos dones de oración para que podamos crecer en unión contigo. Oh Dios, tú eres nuestro Dios, por ti te anhelamos, por ti nuestras almas están sedientas, como tierra seca y sin agua. ¡Oh Espíritu Santo, Espíritu de verdad, te adoramos! Oramos por aquellos que no creen o que creen erróneamente. ¡Ilumina sus mentes con Tu luz y enciende sus corazones con Tu amor! Humilla su orgullo e inspira sus almas con Tu gracia. Rompe su ceguera con Tu resplandor y úsanos como un instrumento de salvación para muchos. Señor Jesucristo, desde la Cruz soplaste Tu Espíritu, después de haber confiado Tu Madre al Discípulo Amado. Junto a San Juan el Amado, también acepto estas gracias. Planta en mi alma el Árbol de la verdadera Vida, que es María; cultívelo y cuídelo para que crezca y florezca y produzca el fruto de la vida en abundancia. La primera consiste en cumplir con nuestros deberes cristianos, evitando el pecado mortal, actuando más por amor que por miedo, orando a la Virgen de vez en cuando, honrándola como Madre de Dios, pero sin tener una gloria oracion devoción especial por ella. El segundo consiste en albergar a la Virgen sentimientos más perfectos de estima y amor, de confianza y veneración. Nos lleva a unirnos a las Cofradías del Santo Rosario y del Escapulario, a rezar las cinco décadas del Santo Rosario, a honrar las imágenes y altares de María, a publicar sus alabanzas y a inscribirnos en sus cofradías. No trabajamos, como dice el Apóstol, excepto para hacer perfecto a todo hombre en Jesucristo; porque en Él solo habita toda la plenitud de la Divinidad junto con todas las demás plenitudes de gracias, virtudes y perfecciones. No se ha dado ningún otro nombre debajo del cielo, excepto el nombre de Jesús, por el cual podemos ser salvos. Dios no ha puesto otro fundamento de nuestra salvación, nuestra perfección o nuestra gloria, que Jesucristo. Todo edificio que no esté construido sobre esa roca firme está cimentado sobre la arena en movimiento, y tarde o temprano caerá infaliblemente. Oh Espíritu Santo, concédeme todas estas gracias. Que tu Espíritu Santo entre en mi espíritu, en mi corazón, en mis relaciones, en cada aspecto de mi vida; Doy la bienvenida a tu Espíritu Santo para que sea mi constante compañero y guía. Recibo a la Virgen María como mi Madre y mi Reina. Que ella disponga todo lo que hay en mí para que, por su intercesión y por la obra del Espíritu Santo, se forme en mí tu vida y tu semejanza. Jesucristo es el Alfa y la Omega, el principio y el fin de todas las cosas. Que la vista continua de Dios llene mi memoria con Su presencia; que el amor ardiente de tu corazón encienda la tibieza del mío. Que tus virtudes reemplacen mis pecados; que tus méritos sean mi único adorno a los ojos de Dios y compensen todo lo que me falta. El religioso que se ejercita con fervor y devoción en la santísima vida y Pasión de nuestro Señor, encontrará allí en abundancia todo lo que le es útil y necesario, y no necesita buscar en Jesús algo mejor. Oh, si Jesús crucificado entrara en tu corazón, cuán rápido y suficientemente erudito serías. Esta devoción es buena, santa y digna de alabanza si nos mantenemos libres de pecado. Pero no es tan perfecto como el mejor, ni tan eficiente en separar nuestra alma de las criaturas, en desprendernos para estar unidos a Jesucristo. Destruye en mí todo lo horarios de misas en usa que pueda desagradar a Dios; desarraigarlo y reducirlo a la nada. Que la luz de tu fe disipe las tinieblas de mi mente. Que tu profunda humildad ocupe el lugar de mi orgullo; que tu sublime contemplación frene las distracciones de mi imaginación errante.
Preparación para la consagración total a Nuestra Señora por San Luis de Montfort
La Santísima Virgen María “
“Verdadera devoción a
Tratado sobre la verdadera devoción a la Santísima Virgen
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