Índice de contenidos Nos alegra saber que tales prácticas han ayudado a promover una comprensión más completa de las riquezas espirituales del Rosario mismo y han servido para restaurar la estima por su recitación entre san antonio las asociaciones y movimientos juveniles. Lo que tenemos que decir sobre el Ángelus es sólo una exhortación simple pero sincera a continuar su recitación tradicional donde y cuando sea posible. La elección fue significativa, la Iglesia de la época estaba muy necesitada de esta exhortación con respecto a las crecientes crisis marianas en la Iglesia universal. El Papa Pablo VI escribió la exhortación a sus compañeros obispos e insistió en que los obispos aconsejaran, persuadieran, suplicaran, amonestaran, exhortaran las palabras utilizadas dentro del documento a la gente a que se dieran cuenta de este aspecto conflictivo de nuestra tradición. En los últimos tiempos se han creado algunos ejercicios de piedad que se inspiran en el Rosario. Entre estos ejercicios queremos llamar la atención y recomendar aquellos que insertan en la celebración ordinaria de la palabra de Dios algunos elementos del Rosario, como la meditación sobre los misterios y la repetición a modo de letanía del saludo del ángel a María. De esta manera estos elementos cobran importancia, ya que se encuentran en el contexto de lecturas bíblicas, ilustrados con una homilía, acompañados de pausas silenciosas y enfatizados con canto. Velará por que esta devoción sea objetiva en su marco histórico, por lo que debe eliminarse todo lo que evidentemente es legendario o falso. Se asegurará de que esta devoción coincida con su contenido doctrinal, de ahí la necesidad de evitar una presentación unilateral de la figura de María, que al enfatizar demasiado un elemento compromete la imagen general que da el Evangelio. Estos factores hacen que el Ángelus, a pesar del paso de los siglos, conserve un valor inalterado y una frescura intacta. Es cierto que ciertas costumbres tradicionalmente ligadas al rezo del Ángelus han desaparecido o sólo pueden continuar con dificultad en la vida moderna. El valor de la contemplación del misterio de la Encarnación del Verbo, del saludo a la Virgen y del recurso a su misericordiosa intercesión permanece inalterado. Dejará clara esta devoción en su motivación; por tanto, todo interés propio indigno debe ser cuidadosamente prohibido en el área de lo sagrado. La devoción a la Santísima Virgen también debe prestar mucha atención a ciertos descubrimientos de las ciencias humanas. La imagen de la Santísima Virgen presentada en cierto tipo de literatura devocional no puede conciliarse fácilmente con el estilo de vida actual, especialmente con la forma en que viven las mujeres hoy. En el hogar, la igualdad y corresponsabilidad de la mujer con el hombre en el funcionamiento de la familia está siendo justamente reconocida por las leyes y la evolución de las costumbres. En el ámbito de la política, las mujeres han ganado en muchos países una posición en la vida pública igual a la de los hombres. Una tercera parte del documento explica el Ángelus y el Rosario. [MC] Después de alentar la recitación del Ángelus, se dedican catorce artículos a la discusión sobre la devoción al Rosario. La conclusión de Marialis Cultus discute el valor, teológica y pastoralmente, de la devoción a la Santísima Virgen. [MC 56-57] La exhortación buscaba integrar la devoción a María en el proceso catequético pastoral, especialmente en la catequesis litúrgica, de manera armoniosa con las reformas del Vaticano II. Las normas y directrices del documento proporcionan un marco duradero para la catequesis mariana. Venerables hermanos, al concluir esta Exhortación Apostólica queremos resumir y subrayar el valor teológico de la devoción a la Santísima Virgen y recordar brevemente su eficacia pastoral para renovar el modo de vida cristiano. En los últimos tiempos se han creado ciertos ejercicios de piedad que se inspiran en el Rosario. san pancracio Lo que tenemos que decir sobre el Ángelus es sólo una exhortación simple pero sincera a continuar su recitación tradicional siempre que sea posible. El valor de la contemplación sobre el misterio de la Encarnación del Verbo, del saludo a la Virgen y del recurso a su misericordiosa intercesión permanece inalterado. A veces se le llama dirección espiritual o acompañamiento espiritual. Es una práctica antigua y probada que ha producido frutos de santidad y disposición evangélica. Y a pesar de las condiciones cambiantes de los tiempos, para la mayoría de las personas permanecen inalteradas los períodos característicos del día -mañana, mediodía y tarde- que marcan los períodos de su actividad y constituyen una invitación a la pausa en la oración. Velará por que esta devoción sea objetiva en su visión histórica, y por eso debe eliminarse todo lo que es obviamente legendario o falso. Se asegurará de que esta devoción coincida con su contenido doctrinal, de ahí la necesidad de evitar una presentación unilateral de la figura de María, que al enfatizar demasiado un elemento compromete el cuadro general que da el Evangelio. De acuerdo con algunas de las orientaciones de la enseñanza del Concilio sobre María y la Iglesia, queremos ahora examinar más de cerca un aspecto particular de la relación entre María y la liturgia, a saber, María como modelo de actitud espiritual con la que la Iglesia celebra y vive los misterios divinos. La consejería espiritual se ha practicado desde la historia más antigua de la Iglesia hasta nuestros días. Otro desvío es el sentimentalismo estéril y efímero, tan ajeno al espíritu del Evangelio que exige una acción perseverante y práctica. Reafirmamos la reprobación del Consejo de tales actitudes y prácticas. No están en armonía con la fe católica y, por lo tanto, no deben tener lugar en el culto católico. Y a pesar de las condiciones cambiantes de los tiempos, para la mayoría de las personas permanecen inalteradas los periodos característicos del día – mañana, mediodía y tarde – que marcan los periodos de su actividad y constituyen una invitación a la pausa en la oración. Habiendo ofrecido estas directrices, que tienen por objeto favorecer el desarrollo armónico de la devoción a la Madre del Señor, consideramos oportuno llamar la atención sobre algunas actitudes de piedad incorrectas. El Concilio Vaticano II ya ha denunciado con autoridad tanto la exageración de contenido y forma que incluso falsea la doctrina, como la estrechez de miras que oscurece la figura y misión de María. El Consejo también ha denunciado ciertas desviaciones devocionales, como la vana credulidad, que sustituye la confianza en prácticas meramente externas por un compromiso serio. Una defensa cuidadosa contra estos errores y desviaciones hará que la devoción a la Santísima Virgen sea más vigorosa y más auténtica. Hará esta devoción sólidamente fundamentada, con la consecuencia de que el estudio de las fuentes de la Revelación y la atención a los documentos del magisterio prevalecerán sobre la búsqueda exagerada de novedades o fenómenos extraordinarios. En el ámbito social, las mujeres trabajan en una amplia gama de empleos diferentes, alejándose cada día más del entorno restringido del hogar. En el campo cultural se abren nuevas posibilidades para las mujeres en la investigación científica y las actividades intelectuales.
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Iglesia Católica
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